Las grietas en los pies son un indicio de un mal cuidado de los mismos. La epidermis sufre heridas o traumatismos y el resultado es la aparición de unas pequeñas fisuras. La exposición a climas tanto excesivamente fríos como cálidos y la deshidratación suelen ser las causas más comunes. Pero, aun así, su aparición puede deberse a multitud de factores. Un síntoma, además de la propia abertura de la piel, es el picor en la zona agrietada. Existen varios sitios donde la aparición de grietas en los pies es más usual. Estos son los talones y entre los dedos de los pies.
Hay que tener en cuenta que cuanto mayor sea la persona más común es su aparición, pues la piel pierde hidratación y elasticidad.
Causas de las grietas en los pies
Como ya se ha mencionado la exposición de los pies a un clima agresivo con nuestra piel suele provocar la aparición de estas grietas, que si no se cuidan debidamente pueden dar lugar a un problema mayor.
La deshidratación es otro de los factores que afecta en gran medida a los pies. Debemos hidratar los pies, ya que es una zona muy sensible. Hay que tener en cuenta que la piel seca es muy sensible y es más factible la aparición de grietas.
La utilización de un mal calzado se erige como otra de las causas más comunes. El peso mal repartido o la incomodidad producida por unas suelas inadecuadas provocan las grietas en los pies.
Además, podemos achacar la aparición de estas incomodas grietas a una infección. Muchos agentes infecciosos penetran en la piel secando y agrietándola hasta extremos dolorosos. Si no se erradican estas grietas pueden crear un grave problema al andar, pues cada vez pasan a ser más profundas hasta el punto de hacer sangras los pies.
Soluciones para las grietas en los pies
Cuando la causa es una infección debe tratarse con antisépticos y recurrir a tu médico es la opción más viable. Teniendo en cuenta que es la causa menos probable lo lógico es que se deba a algunos de las otras causas.
En primer lugar, para cuidar bien nuestros pies y evitar la aparición de grietas en los pies se debe utilizar un calzado adecuado al pie de cada uno. Partiendo de las diferentes pisadas e intentando que tengan una elevación de pocos centímetros como suela existe un calzado para cada tipo de pie.
En segundo lugar, es importante una buena hidratación de los pies. Puedes realizar exfoliaciones cíclicas cada una o dos semanas para eliminar los restos de piel muerta, por ejemplo el uso del quitadurezas eléctrico elimina estas grietas y, por supuesto, utilizar una crema con un alto poder hidratante. La acumulación de piel muerta endurece la zona formando durezas en los pies, que acabará agrietándose, por esto es fundamental la exfoliación. Es imprescindible ser constante en el cuidado de una zona tan importante como es el soporte sobre el que caminas.
En tercer lugar, evita la exposición de los pies al sol de mediodía durante la época estival y al frío y viento intenso del otoño e invierno.