Las grietas en los pies suelen aparecer en mayor medida en los talones y suelen estar producidos por una excesiva sequedad de la zona. También, es común que los talones se resientan por la utilización de un calzado inadecuado. Sobre todo, si el trabajo que desempeñas requiere de muchas horas de pie o de mucho movimiento es muy importante conseguir un calzado que se adapte por completo a tu pie.
Los talones agrietados, además de ser incómodos y producir un desagradable picor, son estéticamente un verdadero horror.
No tratar debidamente este tipo de afecciones puede provocar problemas más serios para la salud. Si se convierte en algo crónico, las hendiduras se hacen cada vez más profundas hasta hacer sangrar el talón. Esto dificulta en gran medida la movilidad.
Por todo esto, es muy importante un buen cuidado de los talones agrietados e intentar no descuidar una zona tan sensible e imprescindible como son los pies.
Síntomas de los talones agrietados
En primer lugar, las fisuras que aparecen en la piel son el síntoma más fiable para saber que lo padeces. Esto suele ir unido a una descamación de la piel. Tan pronto como descubras que padeces talones agrietados debes buscar una solución e hidratar profundamente tus pies. Pues, como ya sabemos, puede convertirse en un problema que te ponga en un duro aprieto.
En segundo lugar, los talones agrietados van acompañados de un picor sistemático que suele ser muy fastidioso. El picor es provocado por la excesiva sequedad en la zona y, por tanto, puede aparecer como aviso antes de que se agrieten visiblemente los talones. A veces, aparece, también, un enrojecimiento del talón.
Por último, como hemos visto el sangrado de la zona es síntoma de que la afección es grave. Antes de llegar a tal extremo debes poner una solución al problema e intentar cuidar tus pies de manera más constante.
Soluciones para los talones agrietados
En primer lugar, para cuidar bien nuestros pies y evitar la aparición de los talones agrietados se debe utilizar un calzado adecuado a cada pie. Es importante conocer tu pisada y adaptar el calzado a ella. Por otro lado, es fundamental utilizar zapatos con un par de centímetros de elevación tanto para prevenir la aparición de los talones agrietados como para los problemas cervicales.
En segundo lugar, es importante una buena hidratación de los pies. Hay que realizar una buena exfoliación de la zona para eliminar la piel muerta, pues esta provoca un endurecimiento de los talones que terminará agrietándose. Existen unos productos conocido como quitadurezas eléctricos con los que puedes eliminar fácilmente esta capa sobrante de piel y a partir de ahí hidratar con crema la zona afectada. Piensa que es más fácil hidratar el talón al quitar las durezas que aparecen en él, pues absorberá mejor la crema y será más sencillo acceder a las capas más profundas y sanas de la piel.
En tercer lugar, debes evitar una exposición continuada a un clima agresivo. Tanto el sol del verano como el viento y el frío del invierno son agentes que aumentan la probabilidad de aparición de talones agrietados.